Después del madrugón y un viaje movidito en el que comenzamos las practicas en el vuelo, llegamos a Roma……….Il capo Salvatore nos recibio en el aeropuerto de Ciampino, desde ese momento nos dimos cuenta de lo “bien que conducen los italianos..”
Roma es una ciudad muy bonita, tiene muchas ruinas pero no esperábamos que tuviera tantos andamios.
Después de 23 largas horas, y 25 Km andando, llegamos a nuestro destino, la residencia Padre Alberto Mileno, en Vasto Marina.

