Después de un primer día de prácticas un tanto controvertido, decepcionante para algunos, emocionante para otros, empezamos el segundo.
Rotas las barreras iniciales con los equipos de las diferentes plantas, se nota que confían más en nuestras capacidades y empiezan a tirar de nosotros en las diferentes tareas.
Como era de esperar, los “tirocinanti” dejamos el pabellón bien alto.






