Juan Luis Faraldo Martín (IES Leonardo Da Vinci – Madrid)
Mi experiencia de este año en Vasto (Italia) me ha permitido crecer en diversas dimensiones personales ya que es una oportunidad de vivir situaciones nuevas, de afrontar nuevos retos, de abrir mentes. En mi caso los días próximos a la partida los viví con anhelo y muchas ganas de que llegarán, como una posibilidad de disfrutar, de conocer gentes, lugares, situaciones, ampliar mis conocimientos y al mismo tiempo con cierta preocupación en cuanto a la acogida en Italia con sus posibles lagunas, también de no poder estar yo a la altura y de no darlo todo con respecto a las prácticas, de que el ambiente o relación que se viviera con todos los compañeros no fuera buena, sabiendo de antemano que siempre tenemos más o menos afinidad con unos u otros, de que la organización fuera una desorganización.
El salir fuera implica explorar, descubrir conocer nuevos lugares, costumbres, idiosincrasias, empaparse, atraer riquezas personales. En la parte profesional es bonito ver como personas trabajadoras de un país reciben a otras de otro país durante un corto período de tiempo, se abren para enseñar a otras que van a realizar las prácticas sus conocimientos, su forma de trabajar, unos en mayor medida como el caso de un enfermero que dijo “mi carro es tu carro”, hubo otros con los que realizábamos labores menores como el caso de hacer camas y pasar paños, también sabiendo que eso nos lo podemos encontrar en cualquier puesto de trabajo, sin tener que salir a otro país. También está el caso de diversos enfermos con los que se llegó a tener una conexión de relación muy bonita y gratificante alegrándose con nuestra llegada proclamando un “vivan los españoles” sincero y entusiasta,.Es una forma de apertura de unos y de otros creando relaciones, vínculos.
Lógicamente el idioma constituyó una barrera a pesar de haber practicado con el “duolingo”, leido o estudiado la relación de vocablos técnicos dada unos días antes de nuestra partida, pero como muchas de las palabras eras parecidas, con un poco de paciencia, de interés y echando mano de recursos como el lenguaje universal, el no verbal, al final no resultó una brecha infranqueable logrando comunicarnos utilizando a la par el sentido del humor.
Yo he estado en la planta de cuidados paliativos que no eran todos de muerte inmediata sino de patologías graves o muy graves como esclerosis múltipe, ictus, tumores, ELA, con cuidados especiales y que a medio plazo en muchos casos pues el desenlace estaba fatal estaba asegurado,también había otros con menos cuidados como ciertas demencias. Para mí esa toma de contacto, ese aprendizaje con estos enfermos, sus cuidados, sus complicaciones inherentes, su forma de atenderlos ha sido un bagaje importante, pacientes muchos con traqueotomías, respiradores portátiles, pacientes encamados, con úlceras por presión muy serias, con cuidados pormenorizados pero que al mismo tiempo tenían una sonrisa en los labios, abiertos al trato, a la comunicación y un sentido del humor envidiable.
También hubo tiempo para disfrutar de la playa, poco masificada, de esas aguas tranquilas, ese ligero oleaje, que invitaba a zambullirse en el mar y al paseo por la playa. A degustar la pasta en sus diversas variedades, de la pizzas, los cafés, visitar pasear, callejear el cercano y lejano a la vez casco histórico de Vasto, recorrer la zona de miradores, sus plazuelas, sus entresijos.
En la residencia el ambiente la relación con los compañeros teniendo en cuenta las diferencia de edades y de necesidades de descanso y de juerga pues fue más o menos razonable.
También estuvo muy bien la excursión programada a una abadía cercana y una zona playera menos conocida, al igual que las aportaciones de Francesco como persona de referencia de la organización de acogida sobre las costumbres, los tópicos y la cultura italiana.
En líneas generales yo me siento contento de haber podido participar en el programa, poder enriquecerme, ampliar mis miras, haber disfrutado de la experiencia y yo recomiendo poder apuntarse y realizarlo a quienes puedan participar de una experiencia en la que puede darse una vez en la vida sin que suponga un sacrificio económico personal gravoso.





JUAN LUIS FARALDO ESTUDIANTE DE TCAE